¿Por qué no sonríe nigún modelo? ¿Acaso están enfadados? ¿O por qué en este desfile lucen todos una sonrisa impecable? Todo eso viene marcado por el diseñador y se transmite a los modelos a través de una serie de indicaciones que se les da para que sepan tanto la actitud que deben tener durante el show hasta el recorrido que tienen que hacer en el carrusel.
Indicaciones del desfile de Davidelfin. En la pizarra se indica cómo debían los modelos salir del escenario.
“Te dan una serie de indicaciones para que sepas cómo reaccionar”, me comentaba la modelo Alba Galocha esta tarde. “En el de Ángel Schlesser nos pidieron que estuviéramos risueñas”. De esta forma se consigue dar una coherencia al desfile y se transmiten también una serie de valores: de la sensualidad de Roberto Verino al habitual misterio de Davidelfin o la seriedad de Martin Lamothe.
Juanjo Oliva indicaba a sus chicas que debían caminar luciendo una “sweet face”.
Pero, ¿quién está detrás de esas decisiones? Si bien muchos pensamos que son los propios ases de la aguja patrios los que las marcan, Esther García, de ESMA, me explicaba esta tarde que los diseñadores suelen hacerle mucho caso a lo que les aconsejan: “Solemos tener unas reuniones con ellos dos semanas antes para ver cómo van a plantear el desfiles”, afirmaba. “Al final suelen escuchar lo que les decimos”. Y es que en ese pequeño detalle se juegan mucho.
La pizarra de Maya Hansen. Ester García, de ESMA, es la encargada de escribir las indicaciones antes de cada desfile.
Y es ella, Esther, la que unos minutos antes de que comience cada desfile escribe en una pizarra blanca todo tipo de indicaciones: “sweet face”, “no contornearse” o “walk with energy”. Y a partir de ahí son los modelos los que interpretan esa acción. Los que crean la performance.
