Hay (había) dos cantinas que resumen la prosapia cantinera en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Una era El Nivel, que cerraron hace unos años y que tenía la licencia número 1 de cantinas en la ciudad. La otra es La Ópera.
La Ópera data de 1876 y tiene una larga historia de parroquianos famosos, desde Pancho Villa de quien se dice que era la bala que dejó una marca en el techo hasta los presidentes de la nación, literatos y estrellas de cine extranjeros y muchas de las personalidades del arte y el espectáculo en México. El lugar posee un estilo porfiriano con una barra que fue traída desde Nueva Orleans y un apartado que antiguamente se usaba para dar servicio a las mujeres que acudían al lugar.
El mítico balazo dejado por Villa
Ubicada en la esquina de 5 de Mayo y Filomeno Mata, La Ópera abre de una a doce de la noche todos los dias (menos el domingo, que abre de una a seis de la tarde) y además de una -evidentemente- larga carta de bebidas, también ofrece platillos como huachinango a la veracruzana, pulpos a la gallega, caracoles al chipotle, chamorro a la gallega, queso con chistorra, sopa de médula, criadillas al gusto,y la especialidad de la casa: Caracoles al chipotle. Mientras la extinta El Nivel era la clásica y característica cantina sin complicaciones, La Ópera es toda una experiencia de otro tiempo.
Ahora ya están en internet: puedes visitar su página oficial para enterarte de sus especialidades o leer más sobre su historia, o entrar a su foursquare para leer los comentarios de las personas que ya han ido.
Fotos por Héctor Barrera.
