Un espectacular devant de corsage en forma de guirnalda floral nos da la bienvenida a una de las exposiciones más interesantes que tenemos en Madrid en estos momento: ‘El arte de Cartier’, un repaso a las creaciones más impresionantes de la casa de joyería en sus 165 años de historia. Yo tuve la oportunidad de descubrir esta muestra de la mano de Paula Luengo, coordinadora de exposiciones del Museo Thysssen-Bornemisza y una de sus tres comisarios. Ella fue la que me contó lo difícil que había sido hacer esta selección, más de 420 piezas(es la exposición más amplia que se ha hecho de Cartier en el mundo), que incluye joyas de los tres archivos de Cartier (Ginebra, Londres y París).
Una de las joyas más espectaculares y curiosas de la exposicion es la espada de Jean Cocteau. © Cartier
La firma abrió sus puertas en 1847, pero no fue realmente hasta 1899, cuando el nieto del fundador, Louis Cartier, decide trasladar la tienda a al número 13 de la Rue de la Paix, cuando empezaron a despegar. Todas las Casas Reales europeas lucían en sus cabezas o solapas creaciones de la casa parisina. Tanto que incluso el rey británico Eduardo VIIllegó a decir de Cartier: “Es el joyero de los reyes y el rey de los joyeros”.
Se trata de un regalo de sus amigos al acceder a la Academia Francesa. El propio Cocteau diseñó la espada y, por ejemplo, Coco Chanel donó la esmeralda de la lira de marfil. © Cartier
Diadema con el movito guirnalda propio de la primera etapa de Cartier. © Cartier
En ‘El arte de Cartier’ descubrimos algunas de las innovaciones que hicieron de esta firma una referencia en la joyería. Para empezar, ellos fueron los primeros en trabajar el platino para sus diseños. De esta forma se aligeraba el peso de las piezas y podían crear verdaderas maravillas, como algunas de las tiaras que se exponen. Se arriesgaron también con diseños revolucionarios como fue la ‘piel de Pantera’ (diamantes y ónix), un símbolo de la casa, o el diseño Tutti Frutti, que surge de los viajes a la India que realizaron los hermanos Cartier.
Otra de las piezas más impresionantes de la exposición: un devant de corsage de diamantes y zafiros. © Cartier
Uno de los mejores ejemplos de la tendencia Tutti Frutti de Cartier. © Cartier
Entre las piezas más curiosas encontramos esta réplica del Módulo de Paseo Lunar con la que Le Figaro obsequió a Armstrong, Aldrin y Collins cuando visitaron París después de pisar la Luna. ©
Pero no sólo los hermanos Cartier fueron los responsables del éxito. En la muestra se exhiben algunas de las creaciones más recordadas de Jeanne Toussaint, directora artística de la alta joyería de la maison, de cuya visionaria mente salieron el collar de cocodrilos de María Félix o el broche flamenco de los Duques de Windsor.
La maestría de Jeanne Toussaint se observa en piezas como ésta, el broche de flamenco de la Duquesa de Windsor. © Cartier
La directora artística de Cartier también fue responsable de las joyas que solía llevar María Félix. © Cartier
Para acercarnos más al modo de trabajo de la casa, en la exposición se exhiben diversas proyecciones donde vamos viendo bocetos y fotografías de algunas de las piezas que se exhiben. Una forma de conocer más en profundidad Cartier, una firma de joyería que consiguió atesorar una de las listas de clientes más exclusivas del mundo. Un testigo de la historia del siglo XX.
